Corrupción En Venezuela: La Única Obra Del Chavismo
Por Alberto Rodríguez Barrera
El desastre gubernamental ocupa gran parte de su tiempo en tapar, desviar y distorsionar el insólito fracaso que ha sido su gestión durante ya casi 6 años. De tal manera logra dejar en el oscurantismo su única obra monumental: la corrupción. Esta no es una acusación sectaria.
En tiempos del Gobierno de Coalición que presidió Rómulo Betancourt entre 1959 y 1964, las denuncias de peculado llegaban escasamente a cerca de 400 (planteadas en su mayor parte por el propio gobierno). El chavismo, entre 1999 y 2003, solamente, acumuló 13 mil denuncias por corrupción administrativa. Se trata de un incremento del 3.000% en relación con los dos gobiernos anteriores. “En otras palabras, si bien los niveles de corrupción anteriormente se ubicaban en un elevado 16.25%, en el gobierno de Hugo Chávez Frías ha trepado de manera inaudita al 83.75%”, dice Conrado Pérez, diputado adeco y presidente de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional.
Como todos sabemos y pocos reconocen, la corrupción en Venezuela no es un problema de color político, pero en el presente va adquiriendo un sospechoso tono rojizo, emboinándose en una metástasis donde el mayor índice de denuncias se discrimina de la siguiente manera: alcaldías 130, ministerio de Interior y Justicia 95, ministerio de Finanzas 70, ministerio de Educación 67, ministerio de Salud y Desarrollo 59, ministerio de Infraestructura 20, ministerio de Producción y Comercio 18, INCE 17, Instituto Nacional del Menor 14, IAN 7, ministerio del Ambiente 6, ministerio de Defensa 6, INAGER 4, INN 3, ministerio del Trabajo 2, y la larga lista pasa también por el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, Corpoturismo, Malariología, sin olvidar los casos de las Gobernaciones de Trujillo (más de Bs. 69 millardos), Barinas (Bs. 300 millardos), y Guárico, Nueva Esparta y Cojedes con otras cifras multimillonarias.
La lista de personeros con millones de dólares depositados fuera de Venezuela no es más que una pequeña señal del nuevorriquismo que hoy se pavonea descaradamente haciendo alarde de un “incomprendido” interés por los venezolanos pobres. Estamos en una situación donde el primer mandatario “es el Presidente que ha malversado los recursos más grandes en la historia de la República”, afirma Pérez. “Chávez debería estar preso por corrupto, porque esa es la verdad.”
El Informe de los principales casos de corrupción de la administración Chávez están en el libro “La Corrupción Bolivariana” de Conrado Pérez, recientemente editado por la Colección Ares de El Nacional, donde en su introducción dice Miguel Henrique Otero: “…en medio de este desolador panorama la importancia de este libro es grande, pues con él se pone en manos del país un informe sobre los casos de corrupción más emblemáticos de la revolución bonita. Aquí no hay conspiraciones o maniobras subrepticias, sino datos, cifras, relaciones de gastos, denuncias sustentadas, análisis de documentos y el recuento de acuciosas investigaciones llevadas adelante en el seno de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional”.
En esta obra seria, que dignifica la representación accióndemocratista, se puede ver con mayor claridad el por qué la pobreza y la miseria extremas se han incrementado gracias a la muy degenerada corrupción de un chavismo que ha contado con los recursos más grandes en la historia. Aquí la demagogia oficialista queda desnuda y justifica la tenacidad invencible con que la sociedad civil ha impulsado el Revocatorio Presidencial. En este Informe queda triste y lamentablemente demostrado que no existe voluntad política en el chavismo para enfrentar los problemas sociales de Venezuela, mucho menos para combatir la corrupción.
Como evidencia incuestionable está la devolución de la Memoria y Cuenta del 2002 a los ministros, porque no se sabía en qué se invirtieron más de 42 billones de bolívares en ese año (y por el mismo camino va la del 2003). Además de no cumplir con los requisitos jurídicos para la presentación de estos documentos, como lo establecen la Ley de Administración Financiera, la Ley de Planificación y los principios constitucionales, lo que hacen los ministros –siguiendo el ejemplo del cuentacuentos que es Chávez- es echar cuentos de hadas, transgredir la legalidad y dejar claro una única verdad: el crecimiento de la corrupción hasta el 83.75%.
La improvisación de las Misiones, por ejemplo, quedan expuestas en su falta de objetivos, de plan, de esquema de cobertura, de realización, de seguimiento, de evaluación y control; toda una administración perversa donde el gobierno luce tranquilamente su capacidad para otorgarle a los funcionarios todas las facilidades para que hagan sus grandes negociados, transgredan toda la normativa legal y entreguen billones sin ninguna licitación, fuente clásica de las más pútridas corrupciones. “En este gobierno la corrupción es incalculable, contablemente inauditable, y el crecimiento del gasto público es impropio y no tiene ningún destino que real y productivamente ayude a Venezuela a salir de este estado social que padecemos en la actualidad”, dice Pérez.
Como saludo al Tribunal Supremo de Justicia, a la Contraloría y el Poder Moral, la Fiscalía reconoce la existencia de las 13 mil denuncias, entre las cuales están: FIEM (malversación de Bs.2.3 billones y pérdida de Bs. 1.3 billones), EDELCA (pérdida por más de Bs. 454 mil millones), Banco Industrial de Venezuela (pérdidas de alrededor de Bs. 300 millardos) FOGADE (cientos de irregularidadess administrativas), Banco del Pueblo (pérdidas por varios millardos), Fundabarrios y Eleoccidente (pérdidas superiores a los Bs. 4 millardos), Proforca (pérdida de más de Bs. 14 millardos), Ferrominera del Orinoco (pérdidas por Bs. 4.500 millardos), CVG-Venalum (pérdidas por 69 mil millones de dólares), Represa de Carauchi (pérdidas por Bs. 6 millardos), FUS-PAE (pérdidas por más de Bs. 114 millardos), Ministerios de Defensa (pérdidas por más de Bs. 1.800 millardos), además de todo lo implícito en el Convenio con Cuba, las contrataciones a dedo del IVSS y Minas Las Cristinas, la Plataforma Deltana, otros Bs. 3 billones en contrataciones sin licitación, la liquidación del IAN…
En su afán de permanecer atado a la teta multimillonaria, el chavismo ha perdido también la ética, ya que con perversidad estratégica permite la corrupción desde los cimientos más inferiores hasta los más altos, de la manera más irresponsable. El diputado Conrado Pérez afirma que seguirá “ejerciendo nuestra función, cumplir con nuestro deber como establece la Constitución”. Y agrega: “Circulan en estos momentos unas listas de personeros de este gobierno con fortunas millonarias en dólares en otros países… ¡Gracias a Dios! Que hay una repatriación de capitales con una imprescriptibilidad de los delitos contra la corrupción, y que en un amanecer distinto va a permitir enjuiciar sin atropellos a quienes han malversado, peculado y vulnerado el estado de derecho y el patrimonio público”.
¡Sí!